¿Cómo surgieron las primeras mesas de la historia?

Al grito de «adjudicado por 8,4 millones de dólares», una mesa de té de estilo Chippendale se convirtió en 2005 en uno de los muebles más caros jamás vendidos por la casa de subastas Sotheby´s. Aunque el gran público juzgue desmesurada esta operación, cualquier Fabricante de mesas artesanales entiende el valor histórico que puede alcanzar este mueble.

Las primeras mesas se remontan al año dos o tres mil antes del nacimiento de Cristo. En tiempo de faraones y pirámides, se fabricaban en madera y alabastro, y eran más similares a mesitas de noche que a mesas de comedor propiamente. Cumplían una función básica: separar del suelo las ofrendas y alimentos.

Con todo, a los antiguos egipcios debemos el concepto de juego de mesa. En murales de tumbas y en ilustraciones del Libro de los muertos de Ani se aprecian tableros sobre mesas: es el llamado senet, uno de los más antiguos juegos de la historia, considerado el antecesor del backgammon.

No es extraño que el diccionario de la RAE recoja esta y otras aplicaciones en su definición de mesa, un «mueble, por lo común de madera, que se compone de una o varias tablas lisas sostenidas por uno o varios pies, y que sirve para comer, escribir, jugar u otros usos».

En la Antigua Grecia, este mueble recibió otros usos, como la lectura, el trabajo o el sacrificio de animales. Pese a ello, su diseño se reducía a una tabla sostenida por un trípode, usualmente en madera y rara vez en bronce.

Durante el Medievo, las mesas evolucionaron en altura, longitud y complejidad, pudiendo desmontarse. Además de las bellas artes, la fabricación de mesas experimentó un salto de calidad en el Renacimiento, abandonando su carácter de objeto removible para convertirse en mueble fijo.

En siglos posteriores, como el XV, su riqueza en formas y ornamentos no conoció límites, y sólo en el último siglo se opta por simplificarlas, en armonía con los estilos nórdico y minimalista.

¿Cómo escoger la mejor sombrilla para tu piscina?

Si tienes un jardín con una bonita piscina tienes un pedacito de paraíso. Pero para que este paraíso no se vea eclipsado por un sol no deseado que impide leer o estar un rato alejado de su intensidad, precisas de una sombrilla piscina que cumpla con unas características básicas. Y estas son las características que necesitas exigir a tu sombrilla perfecta.

Lo primero que tienes que ver es el material del que está hecha. Las sombrillas más baratas suelen estar realizadas en metal que se oxida y en telas que se ponen muy feas en poco tiempo. Por tanto, no valen la pena ya que te verás en la obligación de cambiar de sombrilla cada año o incluso que no acabe tu temporada de piscina. Lo ideal es una sombrilla en madera natural muy bien tratada o, todavía mejor, en madera sintética de alta calidad. Así, no se pondrá fea con el sol y siempre mantendrá su color y su estética.

En cuanto a la tela, hay en el mercado telas de alta gama que no solo evitan que pasen los rayos de sol, sino que también protegen del calor. Además, las telas no se decoloran por el efecto del sol y no pasan el agua en el caso de que llueva. Son telas que se limpian fácilmente y que mantienen una capa de protección que hace que la experiencia bajo ellas sea maravillosa. Por supuesto, debe de ser resistente al viento.

Con un buen material ya tienes mucho hecho, pero también es importante un diseño que haga que no tengas que andar moviendo la sombrilla cada poco tiempo para poder tapar el sol. Para eso, escoge una de gran tamaño, que sea flexible y se pueda curvar suavemente para proteger mejor. De esta forma también podrá ser un buen parapeto del viento cuando es preciso.

El color de la sombrilla también puede ser importante. Ahora se llevan los tonos neutros, en colores tierra que dan muy bien con todo. Pero puedes encontrar modelos en una coloración más viva. Y, por último, vigila bien el pie que escoges para tu sombrilla. Lo ideal son los que se pueden rellenar con agua o con arena. Pero tienen que ser suficientemente pesados para que la sombrilla no se mueva ya que de lo contrario no solo es incómodo, también puede resultar peligroso por los golpes.

Terrazas y patios pequeños: así deben decorarse

Con el auge de los mini pisos, la falta de espacio se ha confirmado como uno de los problemas de mayor relieve en el sector inmobiliario, y afecta especialmente a terrazas y patios. Aunque el derribo de tabiques y otras reformas pueden ensanchar el espacio disponible, la mayoría de los propietarios disponen de una solución más económica, rápida y fácil: adaptar su decoración y mobiliario a las limitaciones espaciales de este entorno.

 

En concreto, se recomienda invertir en muebles para terraza pequeña que sean cómodos y plegables y estén diseñados en materiales ligeros y resistentes a la climatología adversa. Que la sillería y las mesas reúnan estas características no resulta difícil, pero las butacas y bancos pueden requerir una búsqueda más exhaustiva o la contratación de proveedores capaces de fabricarlos a medida.

 

En cualquier caso, amueblar una terraza con acierto implica que los propietarios deben seguir la máxima de «menos es más». Sobrecargar este espacio de adornos y muebles no sólo afectará a la decoración, sino también al tránsito y al bienestar. Lo aconsejable es elegir el mobiliario justo y necesario, sin excesos ni extravagancias.

 

De todos los adornos disponibles, los vegetales son los más indicados para una terraza o un patio, permitiendo dar un toque rústico y natural a las superficies arquitectónicas de estas áreas de la vivienda. Los jazmines, helechos, buganvillas, geranios, petunias, palmeras y ficus son especies perfectas para terrazas. Aunque idealmente se elegirán plantas naturales, las sintéticas permiten eliminar molestias como el mantenimiento o las plagas de insectos en determinadas estaciones del año.

 

La alta exposición solar de la terraza puede ser una desventaja, pues aunque garantiza una atmósfera cálida, resulta muy molesta durante los meses de verano. Para solucionarlo, pueden implementarse sombrillas, toldos, etcétera. Si las dimensiones de la terraza lo permiten, la instalación de pérgolas y cenadores permite acabar definitivamente con cualquier déficit de sombra.

5 muebles para terrazas que serán tendencia en 2022

En vísperas de primavera, la venta de mobiliario para terraza y jardín vuelve a dispararse como anticipo de las tardes de sol y diversión en compañía de amigos y familiares. Sin embargo, no todos los muebles serán tendencia este año. Todo apunta a que se impondrán los sillones colgantes, los bancos y puffs de apariencia orgánica y las alfombras de exterior.

 

En concreto, las mecedoras y butacas regresarán un año más, esta vez en materiales sostenibles y naturales como el ratán, el mimbre o el esparto. Con ellos, armonizarán los conjuntos de mesas y sillas plegables para terraza, que en muchos casos deberán renovarse para realzar la estética eco chic tan de moda en la actualidad.

 

Asimismo, las tumbonas no faltarán a su cita con la temporada de primavera/verano. Entre las cualidades más buscadas en este producto, destacan la comodidad, el estilo casual y la versatilidad estructural, aunque también se buscan modernas y de materiales sólidos como el aluminio.

 

Este 2022 regresará el espíritu vintage gracias a los sillones colgantes para exterior, un mueble que recuerda a las egg chairs de los años cincuenta, con diseñados adaptados a los nuevos tiempos. Jardines, porches y otros espacios al aire libre se beneficiarán de estos sillones, idóneos para relajarse y agregar una nota diferencial a la decoración exterior.

 

Aunque los sillones colgantes disponen de soporte propio, colgarlos de estructuras preexistentes a modo de columpio puede ser una idea acertada. En este sentido, las pérgolas y cenadores cumplen esta función y, a un mismo tiempo, proporcionan una sombra bienhechora en días de intenso calor. 

Pero el bienestar no estaría garantizado sin bancos y puffs mullidos, mayormente elaborados en materias y telas eco friendly, ya sea de diseño elegante y cuidado o más orgánico y natural. Además de estos muebles, triunfarán las alfombras para exterior, los braseros para ganar calidez y luminosidad de noche y los maceteros y jardineras de diseño.

ÚLTIMOS DÍAS DE TERRAZA

Hace unos pocos días hubo un vendaval que rompió la sombrilla grande que tenían mi madre y mis tías en la terraza en la que suelen tomar el café y me han dicho si les podía buscar otra sombrilla parecida a la que tenían que les tapaba muy bien. Para buscar una sombrilla de ese estilo solamente he tenido que buscar sombrillas grandes para terrazas en internet y he encontrado la sombrilla que ellas querían sin complicarme demasiado la vida. Ahora estoy esperando a ver si llega para dejársela montada antes del fin de semana para que puedan disfrutar de ella. Aunque me parece que este fin de semana no va a hacer un tiempo demasiado bueno. Las tardes en la terraza están empezando a escasear, pero más que nada es ya por falta de luz, ya que cada día anochece un poco antes y cuando nos cambien la hora va a ir a peor. No me gusta nada cuando nos cambian la hora para tener el horario de invierno, nos recortan una hora de luz. En otras comunidades tendrán una hora más a primera hora del día pero prefiero disfrutar de una hora más de luz por la tarde y creo que toda la población de mi comunidad piensa del mismo modo que yo y que todos preferimos tener una hora más de tarde.

 

Por ahora mi madre y mis tías siguen disfrutando de su terraza privada, porque mejor que allí no van a estar en ningún sitio. En ninguna terraza de ningún bar o cafetería van a encontrarse más cómodas que en la terraza de su propia casa donde pueden tomar lo que se les antoje. 

 

Personalmente cuando era un niño me pasaba las horas jugando en esa terraza con mi coche teledirigido, aparcándolo entre las plantas de mi abuela. Y ahora son mis tías y mi madre las que disfrutan de su terraza hasta que el tiempo se lo permita, ya que todavía no hace demasiado frío como para estar al aire libre y además esa terraza está bastante bien resguardada pero a veces se forma como un pequeño remolino.

MUCHOS ESTÁN ELIGIENDO EL PUEBLO

Uno de mis amigos más cercanos ya está terminando de construir una segunda vivienda en una zona de veraneo muy cerca de la playa, pero para que la casa quede terminada del todo necesita amueblar la terraza que ha hecho al lado de la zona del churrasquero y por lo que me ha enseñado ya ha escogido un conjunto mesa y sillas terraza para colocar allí y poder comer los churrascos que nos ha prometido en la terraza cómodamente.

 

Hacerse hoy en día una casa es un poco de locos, lo primero que hay que tener es un empleo en el que casi tengas asegurado que no te van a despedir en un futuro cercano y eso es algo que hoy en día no es que abunden, por suerte este amigo mío tiene un buen trabajo bastante estable y el tema económico no es que le preocupe demasiado. Pero el resto de las personas normales a lo máximo que podemos acceder es a comprar una casa a punto de derrumbarse en una aldea y remodelarla poco a poco. Que es justamente lo que están haciendo un montón de personas para tener un sitio al que poder escapar de las ciudades.

Personalmente me parece que comprar una casa antigua y remodelarla es una idea genial porque aparte de remodelar casas que estaban a punto de caer, les dan vida a aldeas que poco a poco han ido perdiendo población. Parece casi irónico que esas aldeas hayan quedado vacías porque la gente quería ir a vivir a las ciudades y que hoy en día mucha gente esté buscando una casa para remodelar en alguna aldea. Muchas aldeas por toda España necesitan gente para que los servicios mínimos de las aldeas no desaparezcan, incluso en algunos lugares ofrecen viviendas gratis para de este modo atraer a gente a vivir a sus pueblos. 

Me parece muy bien que la gente se vaya a vivir a los pueblos porque hay que decir que en los pueblos se vive mejor pero también existe el inconveniente de que en los pueblos todos saben todo de todos y eso no siempre le gusta a todo el mundo.