¿Cómo escoger la mejor sombrilla para tu piscina?

Si tienes un jardín con una bonita piscina tienes un pedacito de paraíso. Pero para que este paraíso no se vea eclipsado por un sol no deseado que impide leer o estar un rato alejado de su intensidad, precisas de una sombrilla piscina que cumpla con unas características básicas. Y estas son las características que necesitas exigir a tu sombrilla perfecta.

Lo primero que tienes que ver es el material del que está hecha. Las sombrillas más baratas suelen estar realizadas en metal que se oxida y en telas que se ponen muy feas en poco tiempo. Por tanto, no valen la pena ya que te verás en la obligación de cambiar de sombrilla cada año o incluso que no acabe tu temporada de piscina. Lo ideal es una sombrilla en madera natural muy bien tratada o, todavía mejor, en madera sintética de alta calidad. Así, no se pondrá fea con el sol y siempre mantendrá su color y su estética.

En cuanto a la tela, hay en el mercado telas de alta gama que no solo evitan que pasen los rayos de sol, sino que también protegen del calor. Además, las telas no se decoloran por el efecto del sol y no pasan el agua en el caso de que llueva. Son telas que se limpian fácilmente y que mantienen una capa de protección que hace que la experiencia bajo ellas sea maravillosa. Por supuesto, debe de ser resistente al viento.

Con un buen material ya tienes mucho hecho, pero también es importante un diseño que haga que no tengas que andar moviendo la sombrilla cada poco tiempo para poder tapar el sol. Para eso, escoge una de gran tamaño, que sea flexible y se pueda curvar suavemente para proteger mejor. De esta forma también podrá ser un buen parapeto del viento cuando es preciso.

El color de la sombrilla también puede ser importante. Ahora se llevan los tonos neutros, en colores tierra que dan muy bien con todo. Pero puedes encontrar modelos en una coloración más viva. Y, por último, vigila bien el pie que escoges para tu sombrilla. Lo ideal son los que se pueden rellenar con agua o con arena. Pero tienen que ser suficientemente pesados para que la sombrilla no se mueva ya que de lo contrario no solo es incómodo, también puede resultar peligroso por los golpes.