Desayunos rápidos, sabrosos y saludables para niños

¿Tu hijo es de los que tratan de irse de casa sin desayunar? Quizás sea que por la mañana no tiene hambre, pero también es posible que sea porque los desayunos que le das no le resulten atractivos.

La idea de desayuno actual no es precisamente la más saludable: leche con cacao y galletas. Es cómoda para los padres, es rápida y gusta mucho a la mayoría de los niños pero estos comienzan la mañana con una sobredosis de azúcar en el cuerpo y de grasas saturadas. No hablemos si les da por comer magdalenas procesadas o bollos.

Existen muchas otras maneras de desayunar que son más atractivas, que tampoco llevarán mucho tiempo y que además, gustarán a los peques de la casa. Las Recetas saludables central lechera asturiana son un buen ejemplo.

Una manera de comenzar el día poniéndose las pilas con algo sano es con unas natillas caseras y fruta. Las natillas caseras se pueden hacer en cualquier momento, ya que son muy sencillas de llevar a cabo y se pueden consumir durante dos días o incluso tres. Pueden tomarse frías o calentarse al gusto.

Para los niños que tienen prisa, beber un vaso de natillas caseras es mucho más saludable que beber un vaso de leche, ya que tendrán además el aporte del huevo. Pueden hacerse con muy poco azúcar y estarán igualmente ricas, sobre todo si se corta un poco de fruta fresca y se vierten las natillas encima. El dulzor de la fruta compensará la falta de azúcar de las natillas. La harina aporta los hidratos necesarios para comenzar el día con fuerza.

Para los que no tienen tanta pereza en coger la cuchara si el plato merece la pena, los flanes caseros son también un buen aporte de energía y están deliciosos. Y para los días en los que no hay nada preparado previamente, los yogures con frutas, solo con ingredientes naturales, les darán a los niños una buena base para aguantar toda la mañana.

Pero si lo de tu hijo es el desayuno más contundente y quieres alejarlo de la bollería, puedes prepararle unas tostadas de pan con mantequilla natural o con algo de queso fundido. Si eres muy bueno en la cocina, incluso puedes preparar tus propias galletas de nata o un bizcocho casero que podrán llevar al colegio para comer en el recreo en lugar de un bizcocho industrial.