¿Un tipo de leche para cada etapa?

Sé que actualmente está de moda no beber leche de origen animal. En realidad, decir ‘leche animal’ es redundante puesto que toda leche es animal: si no es animal no es leche, es una bebida ‘pintada’ de leche para que los consumidores tengan la sensación de estar alimentándose bien. Es curioso, porque los expertos en marketing saben que, aunque muchos no quieren beber leche, todavía se mantiene en el inconsciente colectivo que la leche es buena y necesaria, por eso las bebidas vegetales buscan parecerse a ella en su aspecto. El consumidor quiere beber un líquido blanco pero que no sea animal, eso nunca.

Para los que todavía no han caída en las redes de las bebidas vegetales, y que beben la bebida blanca sin pintar, también nos están complicando la vida con la cantidad de variedad que existen en el mercado. Con todo, las más consumidas siguen siendo la entera, le desnatada y la Leche semidesnatada. Algunos expertos consideran que cada tipo puede estar asociada a una etapa de la vida.

Por supuesto, la leche entera es la más asociada al desarrollo de un ser humano. Es imprescindible en los primeros años, hasta que estamos completamente desarrollados desde el punto de vista físico. La leche es el alimento más completo y al aporte de vitaminas y minerales es mayor en el caso de la leche entera. Por eso es aconsejable que los niños beban leche entera.

Una vez superada la adolescencia, el aporte de grasa no es tan necesario, por eso muchos nos pasamos a la Leche semidesnatada, una opción intermedia que, no obstante, según algunos expertos es la opción más saludable para la adultez. Saludable porque, sin aportar toda la grasa de la leche entera, aporta más vitaminas y minerales que la desnatada.

Y luego está la leche desnatada, la preferida por aquellas personas que aspiran a controlar su peso. Asociada también a adultos mayores, este tipo de leche reduce la grasa a su mínima expresión, aunque, por el contrario, también presenta menos nutrientes. ¿Con cuál nos quedamos? Pues depende de en qué momento de la vida estemos, ¿no?