Los platos sencillos y típicos, los más solicitados en el menú del día

Los bares y restaurantes que ofrecen menú del día saben que el truco para que este menú salga rentable está en vender un gran número de ellos cada día. Atender a cuantos más clientes mejor es la máxima de estos establecimientos que tienen que arañar los precios para conseguir tentar a los que tienen que comer fuera de casa y que además quieren hacerlo rico y rápido.

Los platos que más acogida tienen son los sencillos y típicos de toda la vida. La comida tradicional gusta y da mucha confianza. Por eso, en el primer plato es frecuente encontrar caldos, sopas, cremas y platos de cuchara en general durante el invierno. En verano, se sustituyen por ensaladas, salpicones o incluso por mejillones o tortillas. 

El segundo plato tiene que dar al comensal la opción de escoger entre carne o pescado. Aquí el congelado es el gran aliado de la cocina del restaurante donde se cocina menú de día. Productos como los choco congelados, la merluza, los calamares o incluso la carne salen muy rentables comprados de esta manera. En primer lugar porque se puede hacer un pedido grande que siempre sale más a cuenta.

Pero también porque el precio del congelado es mucho más estable que el de los productos frescos lo que les permite ofrecer una gran variedad de platos siempre al mismo precio. Encontramos por tanto milanesas, filetes, carne asada o san jacobos en el apartado de carnes. En el de pescados los chocos en salsa, calamares a la plancha o la merluza a la romana son algunos de los favoritos de la mayoría de los españoles.

A todo esto se unen otros platos que también contienen carnes, pescados o mariscos como son los arroces o los guisos propios de cada zona de España. Incluso hay restaurantes que tienen sus propias recetas de arroces o guisos y que se han hecho famosos por ellas siendo el motivo de que muchas personas acudan a comer a sus mesas.

Por último, no puede haber plato del día sin un buen postre para finalizar. Para los menos golosos, el yogur o la pieza de fruta son buenas alternativas. Pero los postres caseros como flanes, natillas o tartas de la casa tienen mucho éxito. Las tartas heladas  o los helados al corte también triunfan, sobre todo en verano aunque gustan durante prácticamente todo el año.