LOS CHURRASCOS VUELVEN OTRA VEZ

En el bar en el que mi pandilla normalmente hace todos sus festejos, las comilonas suelen ser para los más carnívoros de la región . Ya que siempre que nos reunimos siempre es para o bien hacer un churrasco o bien hacer un montón de hamburguesas que siempre acaba sobrando alguna. Pero de vez en cuando nos aparece algún vegano para intentar cambiarnos los planes, pero por fortuna estamos preparados para ello y siempre le pedimos a los padres de uno de mis amigos, que son los propietarios del bar, que tengan una mezcla de verduras congeladas para tener preparadas cuando nos las pidan. Menos mal que en nuestra pandilla somos todos carnívoros y salvo algún conocido lejano podemos decir que no somos veganos y no vamos a dejar que las supuestas hamburguesas que los veganos quieren hacer pasar por verdaderas hamburguesas entren en nuestra pandilla. Estoy en contra de esta clase de hamburguesas porque no sé de qué están hechas y personalmente prefiero vivir sin saberlo, ya que estoy más que contento con el sabor de las hamburguesas de siempre. No tengo nada en contra de los veganos pero algunos comportamientos que he llegado a observar de ellos hace que no me fíe demasiado en lo que comen. Los veganos dirán que comen de forma mucho más sana que el resto de las personas, pero si para ser vegano hay que privarse de las cosas que están realmente buenas en la vida, mi respuesta es, no gracias.

En breves días vamos a hacer un churrasco con un grupo de amigos y aunque me gusta bastante, esperaba que esta vez pudiésemos hacer unas hamburguesas ya que hace bastante tiempo que no las hacemos, y las hamburguesas a la brasa es una de mis comidas preferidas. Aunque lo que preferimos todos es la paleta de cerdo asada, que nos sale muy barata de precio y nos da para comer un montón de personas. La primera vez que la compramos nos dejó atónitos lo poco que teníamos que aportar cada uno y ese fue el principal motivo por el que casi siempre hacemos los churrascos con paleta de cerdo troceada.