Falsos mitos sobre el huevo

El huevo es un alimento muy completo. Todos conocen el gran aporte proteico del huevo, pero también las grasas que están contenidas en la yema son importantes para el organismo. Los huevos son un desayuno perfecto porque aportan todo lo que se necesita por las mañanas y además resultan muy saciantes. Sin embargo, existen muchos mitos en torno a los huevos que es importante echar por tierra:

-Los huevos causan colesterol. Por suerte, cada vez más personas saben que esto es mentira. Los huevos no son la causa del colesterol si bien hay que limitarlos cuando se sufre esta enfermedad. Pero una persona sana no va a acabar teniendo colesterol por consumir huevos.

-No se debe de tomar más de un huevo a la semana. No sabemos muy bien de dónde ha salido este mito que algunos aumentan a dos, pero seguramente del punto anterior, atribuyéndoles que causan colesterol. Una persona sana puede tomar cinco huevos a la semana sin problema alguno. Incluso es posible desayunar un huevo cada mañana sin que sea un problema para la salud. Cuando se sufre colesterol entonces debe de limitarse a dos o tres huevos a la semana. Por supuesto, estamos hablando de huevos enteros ya que en el número de claras no hay un límite.

-Los huevos engordan. Este mito nace del aporte de grasas de la yema del huevo. Sin embargo, es totalmente falso y son tres los argumentos en contra de este mito. El primero es que un huevo tiene, de media, unas 75 calorías, lo que no es un alto número de ellas. El segundo argumento es que el huevo es muy saciante, lo que hace que la persona se quede satisfecha mucho tiempo, ayudando a evitar el picoteo entre horas. Y el tercer argumento es que el huevo contribuye a la pérdida de peso, tal como han demostrado estudios que enfrentan los tradicionales desayunos con cereales, incluso los no azucarados, con los desayunos a base de huevos.

-El huevo es un alimento pesado para la digestión. Lo cierto es que va a depender de cómo se prepare. El huevo en sí no es indigesto, pero el huevo cocido puede ser algo más complicado de digerir y si se hace frito, el aceite que lleva puede ayudar a que siente un poco peor. Sin embargo, los huevos a la plancha, los huevos revueltos o los huevos al horno sin aceites, por poner algunos ejemplos de preparación, son ligeros y muy digestivos.