Reconocer la calidad de un alimento congelado 

Para la hostelería, los productos congelados son una opción habitual que permite asegurar un servicio adecuado a los clientes. Seguro que a todos los restaurantes les gustaría servir siempre alimentos frescos, pero eso no es práctico ni rentable en la mayor parte de casos. Una opción en este sentido es adaptar los menús a los productos de temporada, pero esto obliga a cambiar casi constantemente la carta incluso semanalmente. Y la mayor parte de clientes quiere saber de antemano que puede consumir en un restaurante.

Además, con determinados tipos de alimentos es más sencillo y seguro tener almacenados congelados. Es el caso del pescado. Se puede ofrecer pescado fresco, como hacen muchos restaurantes como ‘pescado del día’ pero si se quiere tener una buena cantidad de pescado en la carta, a menudo no queda más opción que contar también con piezas congeladas, por ejemplo, acudiendo a un Proveedor de gambas en gabardina congeladas para hosteleria

Ahora bien, no todos los productos congelados son iguales, eso también hay que tenerlo claro. Si hablamos de pescado es muy importante que el cliente hostelero esté muy atento a la forma en la que tanto los envasadores como los proveedores gestionan las materias primas. Lo más importante si nos referimos a productos delicados como carne o pescado es que no se rompa el ciclo del frío. Esto quiere decir que una vez que el alimento se congele se mantenga a la misma temperatura sin sufrir variaciones bruscas hasta que sea preparado en el restaurante. 

Si nos referimos al Proveedor de gambas en gabardina congeladas para hostelería es importante que desde el momento en el que las gambas se congelen se mantenga en temperatura constante hasta que el cocinero se disponga a cocinarlas. De esa forma se asegura que el alimento sea de calidad. Si, por el contrario, el ciclo del frío se rompe, el alimento podría echarse a perder. 

Por lo tanto, no todos los productos congelados son iguales y deben ser equiparados. El cliente debe tener en cuenta todo el proceso desde el envasado hasta el servicio al local pasando por el método de distribución para evitar sorpresas desagradables.