Impericia, una de las negligencias médicas más frecuentes

La negligencia es un riesgo inherente a cualquier profesional, y el sector sanitario está lejos de librarse de esta amenaza. Tanto es así que las denuncias y quejas relacionadas se cuentan por miles al año sólo en nuestro país. De todos los tipos de negligencia médica, la impericia destaca entre las más comunes.

 

De acuerdo con los expertos en negligencias medicas en vigo, la impericia se produce cuando el profesional sanitario carece de las habilidades y conocimientos necesarios para el correcto desempeño de su actividad, al punto de diagnosticar erróneamente una enfermedad por malinterpretar sus síntomas o de prescribir un medicamento o una terapia que resultan contraproducentes para la salud del afectado.

 

A este respecto, es importante no confundir la impericia médica con la negligencia o la imprudencia, conceptos aparentemente similar pero separados con matices y precisiones en el contexto legal. En concreto, la imprudencia consiste en acciones consideradas temerarias que ponen en riesgo del bienestar del paciente, mientras que la negligencia aparece cuando el profesional en cuestión realiza prácticas que quedan fuera de los protocolos y pautas establecidas.

 

Claros ejemplos de impericia médica son (1) la meningioma, intervención sobre el tumor del mismo nombre situado en las membranas del cerebro, que puede generar impericia en caso de no realizarse a tiempo o de forma incorrecta; (2) la anestesia intradural, mediante la cual se inyecta una cierta cantidad de analgésico en el canal raquídeo y cuya mala praxis puede ocasionar daños neurológicos, o (3) la postura incorrecta del paciente durante una intervención, que puede ocasionar dolencias como la isquemia de miembros o la ceguera parcial o total.

 

Cuando un profesional sanitario se ve envuelto en una historia clínica con impericia, se expone a ser acusado formalmente de malas prácticas y recibir una sanción en un proceso judicial. Como es lógico, esta mácula supone un grave deterioro de la imagen y la trayectoria del acusado.