Consejos para evitar caídas durante la tercera edad

Cada año, una de cada tres personas mayores de sesenta años sufre una caída. No es un accidente menor, por el riesgo de fracturas, traumatismos y otras lesiones de gravedad que acarrea para el afectado, que con frecuencia está solo en su domicilio. Prevenir las caídas es posible con ayuda de las nuevas tecnologías, como el  y otros equipados con teleasistencia.

Este tipo de smartwatch integra un acelerómetro capaz de detectar caídas y colisiones. Gracias a la localización GPS y una tarjeta SIM incorporada, puede efectuar y recibir llamadas desde cualquier ubicación de forma automática, alertando a los servicios de emergencia cuando el usuario sufre un accidente.

Además del uso de dispositivos de teleasistencia, es indispensable adecuar el entorno doméstico del anciano/a. La iluminación deficiente es un peligro para este colectivo, por lo que añadir luces en pasillos, escaleras y otros espacios es una prioridad. También se aconseja la instalación de barandillas y asideros en puntos críticos, amén de reemplazar la bañera por un plato de ducha provisto de apoyos.

Otra forma de maximizar la seguridad es evitar calzados inadecuados. Para la tercera edad, se recomienda el uso de zapatos con tacón bajo y suela antideslizante, capaces de proporcionar un apoyo eficaz, sin torceduras ni resbalones. En caso necesario, debe consultarse a un podólogo profesional.

Los bastones y andadores, que a priori son aliados de la movilidad segura, pueden volverse en nuestra contra. Anualmente, los servicios de urgencias atienden a varios miles de ancianos que han perdido el equilibrio empuñando un bastón. 

La medicación descontrolada está detrás de un porcentaje significativo de las caídas en el hogar. Y es que determinados fármacos inducen insomnio, mareo y otros estados que comprometen el equilibrio y dificultan la movilidad. Urge, por tanto, gestionar el consumo de medicamentos y limitarlos al día si fuera preciso.