¿Cómo influye la alimentación en la prevención del acné?

Junto con el estrés y la higiene personal, la alimentación es el factor más influyente en el desarrollo de acné vulgar. «Somos lo que comemos», dice una conocida máxima, y el seguimiento de una dieta sana y equilibrada ayuda a inhibir la acción de la Propionibacterium acnes y a prevenir los síntomas de este trastorno. Para cualquier especialista tratamientos acne en Vigo, la ingesta de grasas insaturadas o «buenas» es una prioridad.

Los frutos secos, pescados, verduras y aceites ecológicos, principalmente, contienen aportes notables de ácidos grasos omega-3, cuyo consumo se ha relacionado con el acné. Un equipo de investigadores alemanes reveló que nueve de cada diez pacientes con acné tenían niveles de omega-3 inferiores a la media.

Las vitaminas y antioxidantes desempeñan un rol vital en la salud de la piel. La ingesta de frutas y verduras supone un boom de estos nutrientes, muchos de los cuales actúan como antiinflamatorios. En concreto, se aconseja un consumo balanceado de espinacas, coles, calabacines, tomates, zanahorias, etcétera.

Saber qué comer es tan importante como saber qué evitar. Los alimentos industriales o procesados han demostrado ser perjudiciales para el cuidado de la piel, por su contenido en azúcares procesados, aditivos, conservantes y otros compuestos que disgustan a la mayor parte de los nutricionistas.

Entre los minerales más beneficiosos, el zinc es citado frecuentemente en dermatología como un elemento básico en la dieta antiacné. Su poder antiinflamatorio incrementa en el organismo su capacidad para controlar la producción de sebo, principal responsable de los síntomas de acné.

La efectividad de esta dieta depende del rechazo a determinados compuestos, como los hidratos de carbono, responsables directos del acné facial y corporal. Su mala fama entre los dermatólogos reside en el impacto de los hidratos de carbono sobre el índice glucémico. Por este motivo, conviene decir que no a los refrescos, dulces, chocolatinas y otros bocados perjudiciales.